Un presidente del Partido Republicano que dispara contra sus propias tropas

¿Quién está trabajando más duro para elegir demócratas en Colorado?

Uno de los principales candidatos es el presidente republicano del estado, Dave Williams, quien parece querer realizar una campaña primaria perpetua contra su antiguo oponente o liderar un grupo de defensa pro-Trump. Pero no parece muy motivado para hacer el trabajo duro, a menudo ingrato, de construir un Partido Republicano eficaz y bien financiado.

Ex legislador estatal, Williams fue una elección controvertida para liderar el partido estatal. Construyó su marca como un feroz defensor de todo lo relacionado con Trump, un presidente por el que voté dos veces. Ha afirmado que las elecciones de 2020 fueron robadas y, a menudo, habla de los beneficios de la restauración del expresidente a la Casa Blanca, a pesar de un creciente campo primario de otros candidatos republicanos.

Esto está perfectamente bien, como candidato individual, funcionario electo o defensor ideológico.

Pero como presidente del partido estatal, eso ni siquiera se acerca a su trabajo. Y no es efectivo ni productivo cuando la única esperanza de volver a poner al Partido Republicano en el camino de la recuperación es apelar fuera de Trump World a los republicanos descontentos y votantes no afiliados.

Hace unos meses, decidí darle al presidente el beneficio de la duda, lo entrevisté y escribí al respecto en este espacio. Él, por supuesto, expresó su deseo de expandir la base del partido y ganar las elecciones, al tiempo que enfatizó su determinación de "golpear a los demócratas".

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Decidió probar su juego dándole una paliza a los republicanos.

Tras la votación en el Congreso para elevar el techo de la deuda, Williams lanzó un ataque estridente contra todos los republicanos que votaron a favor de la medida, y específicamente contra su antiguo oponente en las primarias, el representante republicano de EE. UU. Doug Lamborn (perdió ante Lamborn el año pasado por 18 puntos).

En un correo electrónico explosivo, básicamente llamó a Lamborn mentiroso e hipócrita y dijo: "Los republicanos de Colorado están hartos de políticos que dicen cualquier cosa como Doug Lamborn..."

Esto no solo es tremendamente inapropiado para el presidente de un partido, sino que parece completamente desvinculado de cualquier estrategia seria para construir una organización sólida y ganadora de elecciones en todo el estado. De hecho, incluyó un pedido de donaciones al final del correo electrónico contra el Partido Republicano al promocionar sus esfuerzos para "poner a los demócratas en defensa".

Es desconcertante darse cuenta de cómo atacar con estridencia a los republicanos pone a los demócratas a la defensiva.

No es un requisito que a los republicanos les guste el congresista Lamborn. Pero hay siete demócratas en la delegación, incluido uno (la representante liberal novata Yadira Caraveo) que ya es un objetivo nacional para la derrota. Ahí es donde el lanzallamas del Partido Republicano debe enfocarse implacablemente.

El presidente, al afirmar que habla en nombre de todos los republicanos de Colorado, puede tener un buen control sobre el pulso de su partido, pero más a menudo escucho a los republicanos de Colorado decir que estamos hartos de perder.

Sería una buena idea que el presidente Williams pegara las siguientes estadísticas en la pared de su oficina y en el refrigerador de su casa. Este es el terreno que actualmente ocupan los republicanos de Colorado a nivel federal y estatal:

Irónicamente, en una misiva reciente, el presidente centró la atención en un esfuerzo de recolección de votos recientemente anunciado en la izquierda destinado a derrocar a la representante republicana Lauren Boebert. En lugar de pedir recaudar fondos para que el Partido Republicano liderado por Williams pueda hacer su propio esfuerzo de recolección de votos, el correo electrónico sin darse cuenta destacó el contraste entre la izquierda, que se prepara de manera agresiva y sustantiva, y el Partido Republicano de Colorado, retóricamente pesado y organizacionalmente inerte.

Cualquier organización partidista, ya sea un partido local, estatal o nacional, existe por una razón: construir una operación ganadora de elecciones eficaz y eficiente. Esta es la misión y en Colorado, el campo misionero está abierto de par en par.

El daño que la izquierda institucional hace diariamente a nuestro estado y a nuestros valores debería hacer que la tarea de elegir conservadores en la sede del Partido Republicano sea tan urgente que se evitaría con entusiasmo perder tiempo, energía y recursos en esfuerzos que distraigan de esta singular necesidad.

Esta tarea vital, hacer el pesado trabajo organizativo necesario para salvar a Colorado, no parece estar en la parte superior de la lista de cosas por hacer de Dave Williams.

Lo que el presidente del Partido Republicano parece ignorar es que ya existe una organización enfocada en atacar a los republicanos.

Se llama Partido Demócrata. Y lo está haciendo muy bien sin su ayuda.

Sean Duffy, ex subjefe de gabinete del gobernador Bill Owens, es un estratega de comunicaciones y relaciones con los medios y escritor fantasma con sede en el área de Denver.

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